domingo, 27 de diciembre de 2015

Hoy os quiero contar lo que parecía un dia normal

 

 

 

Sucedía en otoño de 2009, estaba en una plaza en Molins, disfrutando con mis hijas de la mañana del domingo, haciéndolas sonreír, y viendo pasar el tiempo.
Era un día soleado y la plaza estaba totalmente abarrotada, gente que como nosotros esperaba distraerse, desconectar y pasar un rato agradable con amigos y familiares.
 
Tenía mi mirada puesta en un cachorro de pastor alemán, cuando de repente, entre la multitud, un desconocido, pistola en mano, disparó, justo a nuestro lado.
Instintivamente, debido al estruendo, encogimos los hombros agachando la cabeza, y como un verdadero automatismo puse la mano en la espalda de Carla, mi hija menor y echamos a correr, alejándonos de allí a toda prisa.
 
Era consciente que el muchacho con el que habíamos estando bromeando, había caído al suelo, me detuve un momento mientras me giraba, percatándome que su padre estaba junto a él, por lo que no dudé que mi mejor opción era seguir hacia delante.
 
Habían transcurrido alrededor de diez segundos, aún había aglomeración de gente corriendo por ambos lados, pero ya estaba lo suficientemente lejos de la plaza, me tranquilicé porque había pasado el peligro, alcé la cabeza tratando de localizar a mi otra hija, no la encontraba, veía una luz azul de la policía, pero no la localizaba.
 
Aquellos instantes se hacían eternos, no conseguía verla, aunque estaba convencido que igual que nosotros seguía distanciándose. Finalmente vi su coleta al fondo, justo detrás de un grupo de jóvenes que se alejaban justo al lado de la moto de la guardia urbana.
 
Fue entonces cuando me tranquilicé totalmente, respiré profundamente, mientras mentalmente pensaba:    "bien, bien",  todo había comenzado perfectamente,  tal y como habíamos planificado, sí,  tal como queríamos que ocurriese.
 
Todo lo que os he explicado, ocurrió, tal y como os he contado, evidentemente no se trata de ningún incidente, y tampoco de ninguna obra de teatro, simplemente se trata de lo que para mí era un día normal en la línea de salida de una cursa popular, que comienza con el sonido de un disparo, donde ves pasar el tiempo en un enorme cronómetro, y en la que desafortunadamente suele caer alguien en la salida por la aglomeración de gente, motivo por el que es conveniente preparar la salida antes de comenzar, y estar muy atento los primeros segundos,  principalmente para no caer...
 
Este ejemplo lo utilicé por primera vez para reforzar dos de las principales reglas de una exposición, la única a seguir siempre: Prepararla.
 
Nunca es recomendable realizar una exposición, una entrevista o cualquier actividad sin prepararla debidamente, puedes enfocarla de mil maneras, pero siempre hay que prepararla.
 
Y la siempre recomendable, comenzar con impacto, con fuerza, poniendo la máxima atención e interés desde el principio.
 
Estas mismas reglas las sigo utilizado habitualmente en mi vida profesional, consciente de que es mejor comenzar totalmente activado y atento desde el principio, pero sobre todo muy convencido de que si algo te importa y quieres que salga bien, es imprescindible prepararlo. 
 
 
Con esta pequeña historia personal, además os quiero hacer llegar el mensaje de que casi nunca las cosas son lo que parecen inicialmente y siempre es mejor conocer la historia completa y el contexto en el que se produce antes de sacar conclusiones.
 
.
Regala este post a cualquiera al que su lectura no le perjudique.
 
 
 
 

lunes, 21 de diciembre de 2015

Hoy os quiero contar aquel dia que yo volví a nacer

 
 
Dos días antes mi madre había pasado uno de los peores disgustos de su vida, le habían robado el sobre, fue ese día cuando me enteré, justo cuando lo encontraron, con la documentación de mi ingreso totalmente arrugada; meses de gestiones, favores y súplicas de mis padres que habían derivado en una autorización para ingresarme en una clínica privada y realizarme una intervención de corazón.
 
Fue ya en la clínica cuando me explicaron que cuando era muy pequeño me había dado un paro cardiaco y que un médico me hizo revivir. De aquella clínica recuerdo especialmente a mi compañero de habitación, un niño más pequeño que yo, con el que estuve jugando aquella tarde con un diminuto cochecito de policía.
 
Esto sucedía el 2 de Mayo del 72, y el 3 por la mañana cuando desperté, la cama de mi compañero de habitación  estaba vacía. Pregunté por él, sin obtener respuesta,  mientras mi madre intentaba que no la viese llorar y una enfermera me pintaba prácticamente todo el cuerpo con yodo para después subirme a quirófano..

Mi contador se volvió a poner a cero cuando me quedaba prácticamente un mes para finalizar segundo curso de EGB, hasta ese día no me habían explicado mucho, más bien nada, simplemente me llevaban al médico de tanto en tanto y me llenaban el cuerpo de cables y ventosas para hacerme lo que hoy se que es un electrocardiograma.
 
Del día que nací no me puedo acordar, ni de mi despertar del paro cardiaco tampoco, pero si recuerdo cuando abrí los ojos aquella tarde y vi a mis padres al fondo, en lo que me parecía un ascensor, aunque no era más que un cristal, recuerdo que estaba muy cansado y que deseaba levantarme de aquella cama para ir junto a mi madre, quería abrazarla. 
 
Creo que pasó al menos un día antes de que volviera a mi habitación con la intención de jugar con mi nuevo amigo, pero su cama seguía vacía. Marché de aquella clínica con ganas de volver a verlo algún día,  convencido de que le estaban operando o que estaba en aquella sala llena de máquinas donde yo permanecí cansado durante horas.

De esa experiencia aprendí algunas cosas positivas que han marcado mi filosofía de vida desde aquel día, primero valorando que la ciencia me había salvado la vida y también que la suerte había estado de mi lado. Desde ese día intento encontrar siempre espacio para hacer nuevos amigos, desgraciadamente siempre tengo mucha prisa por conocerlos, no lo puedo evitar, no quiero quedarme solo con el recuerdo del cochecito,  tengo prisa porque tengo miedo.
 
Estuve varios meses en casa, recuperándome de lo que yo siempre llamé mi segundo nacimiento, aunque realmente era el tercero.
Salí de casa por primera vez para la entrega de premios de las olimpiadas que se celebraban en el barrio a final de curso y en las que el año antes había participado.
Ese año a diferencia del anterior había juguetes como premio para todos los participantes, me los miraba con tristeza, (cuántas ganas tenia yo de poder tener uno de esos juguetes).
El organizador me sorprendió cuando me llamó y me dejó elegir como al resto de niños, aún no habiendo participado. Recuerdo que dudé y cogí una raqueta de tenis, pero sobre todo recuerdo que estaba feliz, muy feliz.
Él, el señor Guerrero,  siempre decía "lo importante no es ganar, es participar" y aquel día mientras entregaba mi premio me dijo "lo importante es querer participar".

Ese día aprendí que lo importante no es lo que haces, sino lo que realmente quieres hacer, lo que te apasiona. Porque si algo te apasiona, si lo haces, serás feliz.
Desde ese día, sueño cada día, sueño para ser feliz haciendo lo que amo y amando lo que hago.
 
A los siete años había vuelto a nacer, desde entonces pienso que mi vida todos los días es un regalo, un premio que no merecía más que otros que no lo recibieron y que celebro cada mañana cuando me despierto.
El estar tan cerca de la muerte me ha hecho valorar día a día  realmente lo mejor que tengo,
lo mismo que tenia cuando era pequeño en aquella casa llena de goteras:

amor de mi familia, ilusión por aprender, y tiempo, todo el tiempo del mundo para dedicarlo a soñar, para después procurar que mis acciones se muevan por la pasión.

Como dice una gran embajadora y mejor persona:
Este mundo necesita gente como nosotros, que ame lo que hace.

Os lo explicaré de otra forma, la diferencia entre un camarero y un camarero excelente, es que el segundo ama lo que hace. Y la diferencia entre un médico y un médico excelente, es que el segundo ama lo que hace. No son los conocimientos lo que marcan las diferencias entre las personas, sino su amor por lo que hacen. Pero también la diferencia entre una madre y una madre excelente es exactamente la misma.
La excelencia se consigue gracias a amar lo que se hace y la felicidad se consigue haciendo lo que se ama.

No cuento esta historia para que sepáis como soy, los que me conocéis ya lo sabéis y al resto no les aportaría nada.
Lo que pretendo explicaros es un ejemplo para que no necesitéis estar al borde de la muerte para valorar la vida, para empezar a hacer lo que realmente queréis no necesitáis ingresar en un hospital, basta con que penséis, pensar cada mañana cuando os despertéis, pensar hasta descubrir lo que queréis, soñar y actuar.

Vuestra vida también es un regalo.
 

 


domingo, 13 de diciembre de 2015

Hoy os quiero contar un buen uso de la tarjeta de crédito para estas navidades

Antes de que fundáis vuestra tarjeta de crédito estas navidades, os quiero contar una anécdota que espero os sea de utilidad, a mí al menos me sirvió para salir de un buen apuro y después de más de 20 años de experiencia en banca y toda la formación financiera acumulada, sigo aplicando el que un día fue un consejo recibido nuevamente en la calle por alguien con sabiduría.

En pleno invierno y durante una escapada a Berga por los 90, me decidía a retornar a casa después de tomar un buen chocolate caliente, disfrutando de esas pequeñas cosas que valoras especialmente cuando hace frio. Al llegar al coche, como era de esperar, la nieve y el hielo lo cubría con un par de dedos de grosor. Mi ignorancia en este sentido al ser ciudadano de playa me enfrentaba a lo desconocido, ¿como quitar la nieve del parabrisas para poder iniciar mi marcha?.
Imposible con los guantes, ni con un trapo y un auténtico desastre si echaba agua o le daba a los limpias. Desde la ventana del apartamento Javi me gritaba, "usa la visa, la visa", la verdad tardé un poco en reaccionar i entender a que se refería.

Basta con colocar la Visa con el canto en el parabrisas, inclinarla un poco,( aproximadamente ángulo de 45º ) , desplazarla hacia abajo y ves como el hielo desaparece y tu problema también.

Sin duda nunca lo hubiera imaginado. Un pequeño consejo de un amigo al que hace mucho que no veo, pero que recuerdo cada invierno desde entonces y un consejo que he compartido siempre que he encontrado alguien con el mismo problema, que aún hoy sigue siendo habitual y para muchos de solución desconocida.

Normalmente los problemas tienen una solución sencilla, basta con conocerla. La utilidad de la Visa me ha servido siempre que ha nevado, pero el aplicar soluciones sencillas a los problemas complejos me ha ayudado especialmente para afrontar multitud de situaciones que difícilmente hubiera superado sin la tranquilidad que te da el saber que la solución está ahí, que es sencilla y que hay quien sabe resolverlo.

Espero que cuando os encontréis con el parabrisas lleno de hielo, tengáis una tarjeta, si no tiene saldo no importa, ja ja. y también que recordéis este post.

Y también que cuando tengáis un problema complejo, de esos que no te dejan respirar, seáis capaces de parar, pensar, no agobiaros y buscar a quien sepa resolverlo recordando que la solución existe y además es sencilla.

Tanto si lo sabéis como si no, compartir este post con vuestros amigos, quizás les saque de un apuro y lo que es seguro es que será el primer regalo que hagáis utilizando la visa del que lo recibe.

lunes, 7 de diciembre de 2015

Hoy os quiero contar como mejorar el rendimiento profesional y la eficacia aplicando metodología extraida de los pescadores de caña.



La idea de este POST es rescatar y aplicar el conocimiento que nos brinda "la calle" . Si algo aprendí en la universidad es que "el saber" no se fabrica allí, sino que todo lo que te pueden enseñar en una aula está recogido del exterior y por tanto por lógica aplastante lo puedes recoger fuera, únicamente hace falta ser observador y tener capacidad para vehiculizarlo para poder aplicarlo a tu realidad.

Son muchas horas de paseos, caminatas y carreras por nuestro litoral, suficientes para observar y poder charlar con los pescadores de caña, conocerlos, descubrir su esencia, valores, habilidades y secretos.

Es gratificante descubrir la similitud y diferencias con el mundo empresarial, analizar sus motivaciones e intentar aplicar su filosofía en mi día a día.
Algo tan simple y tan complejo a la vez, que hoy quiero compartir.

Cualquier afición, desde fuera nos parecerá extraña, incomprensible, sin embargo una vez la conoces, todo puede tener sentido y lo que desde el exterior son grandes barreras, inconvenientes e incomprensiones, desde dentro son pequeños detalles sin importancia, asumibles y entendibles.
No pretendo en este post promocionar la pesca deportiva ni ninguna otra afición, no es el propósito. La practiqué durante años, en alguna de sus modalidades, y estoy convencido que no es ni más ni menos atractiva que cualquier otra actividad. Simplemente lo que haces con ilusión, te ilusiona.

Si resides en el litoral barcelonés con total seguridad habrás paseado por nuestras playas. En verano, durante la noche y madrugada encontrarás cientos de pescadores de caña en la orilla de la playa o en las escolleras, algunos no pescan nada, otros alguna especie propia del mediterráneo y unos pocos algunas capturas realmente satisfactorias, lubinas o doradas de buenas dimensiones. 

Basta con pasear varias veces para observar, que el grupo reducido de "triunfadores" se mantiene más o constante,  y que suelen ser unos pocos los que de forma continuada mantienen el éxito, haciendo fuerte la ley de Pareto, de forma que la mayoría de las capturas se concentra en unos pocos pescadores. 

¿Suerte? ¿Casualidad?

Al cabo de unos meses ya no te sorprende que sean siempre los mismos los que mantienen el éxito.  Casi siempre triunfan los mismos.

¿Por qué?

La técnica de la pesca es relativamente sencilla, y en cambio los pescadores con mucha experiencia suelen tener más éxito, aunque también algunos muy jóvenes se encuentran entre este grupo de "elite", a partir de ahora les denominaremos pescadores "E"

Trataré de explicar de forma ordenada y sencilla las principales conclusiones, y su similitud al entorno profesional, a la empresa,  a la venta o a cualquier otra competencia que se quiera reforzar con estas premisas, también aplicables a aspectos personales y como no, al rendimiento deportivo.

  • La primera gran diferencia entre un pescador de caña con cualquier actividad empresarial o deportiva es la ausencia de superior jerárquico o entrenador. Este aspecto es básico para comprender el secreto del éxito y también la principal dificultad para la aplicación a la vida cotidiana. Se puede realizar una actividad de horarios descontrolados, con motivación, con objetivos, focalizada a resultados y altamente satisfactoria, sin ningún tipo de seguimiento jerárquico controlador. y sin más maestro que la auto-enseñanza y la observación, haciendo valer la premisa de a andar se aprende andando.
  • Todos los pescadores conocen lo suficiente la técnica como para poder conseguir un número elevado de capturas y sin embargo éstas no se producen. La técnica es importante pero no es determinante.
  • Los pescadores "E" están influenciados por el entorno, les preocupa más el viento, la temperatura, la luna, el oleaje... que el cebo, el lanzado, el hilo, la plomada, u otros aspectos técnicos, aunque evidentemente éstos no los descuidan.
  • Los pescadores "E" más jóvenes, a veces niños, suelen ser muy observadores, pacientes, preguntones, y sobre todo innovadores. Triunfan porque hacen algo diferente. Destacan principalmente porque quieren triunfar, su principal cualidad es la ambición, moderada, pero ambición por el triunfo.
  • Los pescadores "E" con más experiencia, suelen ser pacientes, confiados, extrovertidos. Si hablas con ellos, descubrirás rápidamente que les apasiona lo que hacen. La pasión es sin duda la clave del éxito.
  • Los "E" antes de montar las cañas ya tienen una idea de lo que van a pescar, se focalizan a pocas especies e incluso a un tamaño determinado, no por azar. El objetivo viene marcado por la experiencia del día anterior, del año pasado, por la observación del compañero, por el mes del año en que nos encontremos, por la temperatura, el viento, las nubes,  la luna, el oleaje y multitud de detalles que pasan inadvertidos para el resto de los mortales. Es la "sabiduría"
  • Todos los "E" buscan el éxito en cada jornada, tienen marcado su umbral, su nivel de éxito, una vez han analizado el entorno y valorado las posibilidades de éxito real de ese día. Adaptar los resultados probables a la realidad les permite triunfar casi siempre, aún sin capturar casi nada o nada. He visto pescadores "E" en un día soleado de primavera no montar las cañas y dedicar la mañana a charlar, buscar cebo o cualquier otra actividad, mientras pasaban las horas para el grupo de pescadores que lo intentaba sin éxito. Curiosamente los "E" son los que más horas dedican los días buenos de pesca y los que antes abandonan los días de pocas capturas.


Seguramente no os he descubierto nada nuevo, son premisas sencillas, pero he querido recordarlas. Lo más difícil, aplicarlas en la vida profesional o personal de cada uno está en nuestras manos, en nuestra voluntad de hacerlo, el éxito nunca está garantizado, pero hay más probabilidades si aplicas las premisas adecuadas.






miércoles, 2 de diciembre de 2015

Hoy os quiero contar un pequeño recuerdo en honor a mi primo Paco que hoy nos ha dejado, como bien ha dicho su hija, sin avisar.

Hoy inicio este blog, de una forma inesperada, lo que era un proyecto de contar al mundo mis experiencias personales, un proyecto sin forma ni modelo, que nacía en clase de Post grado de Gestión de Talento en IL3, y que hoy me he decidido iniciar sin formato, simplemente con el propósito de mantener la idea principal, explicar aquellas pequeñas cosas que para mi son importantes, que hoy recuerdo y que desconozco si mañana podré contar. Ya le daremos forma y vistosidad en otro momento, hoy quizás lo único que importa es empezar, porque como dijo Machado, "se hace camino al andar"

Hoy ha fallecido Francisco Murillo, para mi, el primo Paco,  al que conocí cuando yo era un niño, por vínculo familiar y con quien compartí mañanas y tardes, comidas, juegos, alegrías y algún mal momento, hoy os quiero contar un día simple, una pequeña anécdota, simplemente por recordar y en honor a su memoria.

Recuerdo como si fuera ayer, aquel partido familiar de solteros contra casados en el campo municipal de Viladecans, aquel contraataque que tras escaparme por velocidad y recorrer medio campo me plantaba en el área para culminar el gol de la victoria con una vaselina casi perfecta. Y allí estabas tu, para deshacer mi proeza con una excelente intervención. recuerdo que me pareció tan increíble tu parada que no me disgusté por no marcar, disfrute tanto por tu parada como lo hubiera hecho de mi gol.

Aquel momento lo tengo grabado y me he alegrado durante el transcurso de mi vida de aquellos pequeños fracasos generados por el éxito de otros, a veces desconocidos. Al final la materia ni se crea ni se destruye y posiblemente las emociones también se compensen.

Hoy solo puedo estar triste por tu marcha inesperada y a la vez feliz de encontrarte en mi infancia, por lo que seguro me aportaste para ser hoy "yo"

Esta pequeña anécdota que me enseñó de niño a anteponer la calidad ajena a mi deseo natural de ganar, me ha acompañado como uno de mis valores, ante muchos más como defecto que como virtud, pero sin duda me ha ayudado a disfrutar de lo realmente bello independientemente de su ejecutor, a ser imparcial, a ver los hechos, las acciones sin importarme el personaje. También a ver los errores y defectos de los que más estimo, a no estar condicionado y ser realmente justo o al menos a intentarlo.

Hay quien dice que soy un tipo raro, porque puedo disfrutar de un gol del Madrid aún siendo culé hasta la médula, soy raro porque no soy fanático, pues será, me alegro siempre que me emociono y el color de una camiseta no me nubla la belleza, la creatividad o el esfuerzo, y la victoria de mi rival no me produce rabia sino admiración, quizás porque no considero mi enemigo a quien comparte algo conmigo y ciertamente si nos cruzamos en la vida ya compartimos el camino.

De mi infancia como futbolero recuerdo algunos de los goles marcados, no sabría decir si los más bellos o los más luchados, y algunas victorias y partidos realmente emocionantes, carreras por la banda izquierda y alguna jugada de pizarra y también algunas entradas de algún defensa, pero lo que recuerdo con mucha fuerza, con más claridad son algunas paradas espectaculares, la de Paco es la primera que recuerdo, pero luego vinieron otras, de aquellas que al acabar el partido, pensabas, que bueno, como me la ha podido parar y también recuerdo algunos goles rivales, sin duda espectaculares, simplemente recuerdo lo más emocionante, y esos detalles me han servido para ver que me emociona el resultado, la ejecución, la belleza de las acciones y me hace sentir admiración por el talento, sin percibir que a veces zanjaba mi triunfo.

Por hoy ya esta bien, si mi proyecto aguanta, cada semana añadiré una anécdota, antes de que se me olviden, a ver si tenemos suerte y os puedo contar unas cuántas.
Después ya trabajaremos el diseño, y haremos un blog más vistoso para que no os aburráis, de momento estamos con los cimientos.