lunes, 6 de junio de 2016

Hoy os quiero contar la relación de la bendix y el hockey hierba




Me encontraba en aquella autopista, nuevamente camino de Terrassa, parado en el arcén observando la humareda que desprendía el capó de mi R5, esperando que se enfriara para poder reanimar mi marcha. Recuerdo perfectamente la cara del conductor de la grúa que se había dirigido a mí para ofrecerme los servicios de remolque, nunca podré olvidar aquella cara de sorpresa cuando una vez se había enfriado el agua del radiador y tras limpiar el filtro del aire, con el capó levantado, cogí con la mano izquierda  el stick,  golpeando en seco y con fuerza la bendix del motor de arranque, mientras con la mano derecha giraba la llave de contacto y el motor se ponía en marcha, el ruido del mismo se mezclaba con los gritos de alegría de mis cuatro "niños", los pupilos a los que entrenaba y que como de costumbre nos dirigíamos a jugar un partido más de hockey hierba.

Prácticamente sin darme cuenta, mi vida había cambiado por completo, no recuerdo momentos de dudas, ni espacios dedicados a la toma de decisiones, y sin embargo sin planificarlo, sin saber cuándo ni por que, todo se transformó rápidamente, y de forma sigilosa, todo era diferente quizás casualmente o quizás por que el cambio me satisface tanto que domina mi conciencia.

Un par de años atrás, mi vida giraba en torno a un balón de futbol y al instituto, todo lo que me importaba estaba relacionado con el futbol, y los libros, donde mi pasión por la ciencia mantenía viva mis ilusiones, si algo tenia claro era que seria científico.

Sin embargo, sin haber tomado ninguna gran decisión, me encontré trabajando de contable, estudiando económicas y apasionado por el hockey, dedicando todo mi tiempo libre a entrenar, jugar y arbitrar hockey.

Aquella mañana en la autopista, no dudé en ningún momento que llegaríamos a tiempo al partido, de hecho ni se me pasó por la cabeza, mi pasión, mi grado de felicidad era tal, que todo lo que hacia lo hacia convencido, de forma automatizada, seguro de que era lo mejor porque era lo que había que hacer en ese momento, y si algo fallaba, antes de lamentarlo ya estaba en marcha otra alternativa.

Nunca hasta hoy había pensado como llegué allí, como pude cambiar mis pasiones sin prácticamente darme cuenta, no solo para entrar en aquel mundo, sino para salir de él, porque tampoco me planteé jamás que pudiera dejar el hockey sin darme cuenta y lo más importante, teniendo nuevas pasiones que envuelven mi mente, nuevas personas que alimentan mi alma y actividades que ocupan mi tiempo, y así una y otra vez, disfrutando al máximo de los momentos, del entorno, de la gente y siempre abierto al cambio, a vivir con intensidad y a disfrutar de lo que hago.

Tengo por costumbre planificar, marcarme objetivos profesionales y personales a medio y a largo plazo, aún sabiendo que los cambiaré, que la pasión me domina, y que por un proyecto "engrescador" soy capaz de cualquier cosa, puedo cambiarlo todo, quizás por que lo que más me motiva es comenzar nuevas aventuras, crecer personalmente a través de la experimentación, confiando en que el golpe seco del stick será suficiente para arrancar el motor, por convencimiento, por que es lo que espero, y el deseo genera la acción.


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