lunes, 4 de julio de 2016

Hoy os quiero contar como ser constante sin ser vencido por la monotonia

Iniciar un nuevo proyecto, ilusionarnos al descubrir nuevos horizontes, emprender una nueva aventura, son actividades que comparten un comienzo espectacular, elevado grado de motivación que nos conduce directamente a dar lo mejor de nosotros mismos, a dedicarnos plenamente, a centrarnos movidos por esa pasión que caracteriza los comienzos, esos grandes comienzos en cualquier faceta de nuestra vida.

Recuerdo horas y horas, dia tras dia, dando toques al balón, consciente que la práctica me llevaba automáticamente a superar mi record del dia anterior.
Era muy pequeño cuando incoscientemente descubrí que la constancia me llevaba al éxito, pero tambien que antes de apurar y descubrir mi máximo prefería comenzar una nueva aventura, sencillamente me aburría, la mejora ya no me compensaba y prefería ir a otra cosa. Al principio pensaba que era cosa de mi personalidad, que aún siendo la constancia una de las virtudes que me caracterizaba, aún así me faltaba continuidad para llegar al final.

Desgraciadamente, o quizas no, esa curva característica, exponencialmente creciente al principio y que va perdiendo potencia con el paso del tiempo hasta llegar al declive, esa curva aparece en la conducta humana al observar los comportamientos.

Me vienen a la cabeza innumerables ejemplos de personas excepcionalmente constantes, que tras años de esfuerzo focalizado, abandonan su empresa de forma inesperada.

Cuando hablamos de amor, se suele decir, "se ha apagado la llama".

Este simil, válido para el resto de las pasiones, nos sirve de muestra para ser conscientes, que algo pasa, que algo cambia, bien inesperadamente o de forma continuada hasta apagar ese fuego que nos mueve,  algo sucede para que el cansancio, de repente, nos supere, nos venza hasta hacernos abandonar, aburridos, desmotivados y sobre todo desconocidos.

La constancia, es una de las grandes virtudes, necesaria en muchas actividades para alcanzar el éxito, ejemplo claro es el deporte, donde el entreno nos aporta ese punto de mejora continua y el mejorar es sin duda éxito por si mismo y motor para seguir avanzando.
Podriamos decir que la mejora que nos proporciona la constancia nos retroalimenta para seguir siendo constantes.
La vida nos da vida.

¿Como pasamos de levantarnos ilusionados, de soñar, de encontrar tiempo donde no lo hay, a simplemente aburrirnos?, a ver una carga, un agobio, donde antes solo veiamos oportunidad.

Si la obsesión por la constancia nos conduce a la monotonia, podemos dar por hecho que la corriente nos arrastrará hasta la catarata y la caida destruirá nuestro sueño.

Basta con observar los resultados de cualquier deportista, para darse cuenta que la curva de mejora se va aplanando con el paso del tiempo, si la mejora es el combustible del motor de la costancia y esta disminuye, está claro que nuestro motor se acabará parando, salvo que hagamos algo.

Ese hacer algo, se llama acción, emprender, cambiar nuestros objetivos, nuestras rutinas, nuestro entorno, cambiar, cambiar y cambiar para salir de la monotonia y poder seguir con nuestra costancia, para alcanzar el éxito tenemos que ser cambiantes y constantes, no parece facil, quizas por ello el éxito hay que trabajarlo, y no un dia, sino de forma "constante"

Y ¿como llevamos estas intenciones a la realidad?

Pues aplucándolo a tus rutinas, a todas, porque todo es mejorable y sabemos que cuando empezamos y trabajamos de forma constante mejoramos sobre todo al principio, por lo que para mejorar de forma creciente tenemos que cambiar las rutinas, evitando la monotonía y buscando alicientes continuamente.


Ya, pero, ¿como?
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Hagas lo que hagas por insignificante que sea, piensa, como lo haces, para que lo haces, cuánta felicidad te aporta , piensa en como cambiar el proceso, el método, el entorno, piensa que cambiar para ganar eficiencia, midiendolo exclusivamente en lo que te aporta respecto a lo que quieres que te aporte.

Aplica estas dinàmicas a objetivos rutinarios como leer un libroi, hacer dieta, y a objetivis complejos como tu propósito en la vida, tener familia o ganar una medalla olimpica. Pero aplica estos principios al desagregar y baja a las cosas más insignificantes pero tremendamente importantes, como tomar un café, sentarte o simplemente desplazarte, seguro descubriras y descubrir es mejorar y mejorar es la fórmula mágica para no caer en la rutina.












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