domingo, 17 de julio de 2016

Hoy os quiero contar patrones de conducta

Si observamos detenidamente la conducta de cualquier animal, observaremos que obedece a patrones más o menos lógicos, normalmente sus actos obedecen a respuestas fácilmente justificables.
En cambio, la conducta humana, desobedece claramente a cualquier patrón y se establece entre lo absurdo y lo absurdo, para en un golpe de inspiración mágica definirnos como seres racionales.
Afortunadamente, a diferencia del resto de especies, algunos individuos salen del patrón promovidos simplemente por esa conducta de irracionalidad, abandonado el absurdo y convirtiéndose en seres extraños.

Podemos observar este tipo de conductas constantemente, en cualquier sitio, simplemente con alzar la vista, a cualquier hora y cualquier día. Comencemos por la mañana, por seguir el ciclo lógico de la naturaleza de comenzar el día con la salida del sol. No nos despierta el sol, ni el hambre, ni tan solo el haber descansado, sino un utensilio de inventor desconocido llamado despertador y que irrumpe en nuestras vidas y al que consideramos normal. De forma automatizada, como si fuera natural, nos duchamos, nos vestimos con la ropa que toca, porque claro no nos ponemos lo que nos apetece, sino lo que toca, lo que queda bien para el grupo al que nos vamos a unir después (trabajo, deporte, amigos, rural,...) Además lo que nos gustaba antes no nos lo podemos poner, porque ya no se lleva, no se lleva, ¿a dónde?, o ¿no es nuestra ropa?.

Si te asomas a cualquier parte, ves gente con mucha prisa y la mayoría con mucho sueño, y casi todos van  donde van porque tienen que ir, si algo tienen claro es que hay que ir, de eso no hay dudas.
Universidades, empresas, estaciones, aeropuertos, todo se llena de gente que va para después volver, de aquí para allá y de allá para aquí.

Os imagináis un científico observando cualquier especie animal en plena naturaleza que se encontrara dispersa por el planeta, corriendo de un lado para otro, cruzándose sin mirarse, con individuos desplazándose en diferentes direcciones tal y como lo hacemos nosotros. Alucinaría, pensaría directamente que se trata de una especie sin sentido de la orientación, sin capacidad para comunicarse, o con poca capacidad racional.

¿Por que actuamos de forma tan irracional?  ¿Es normal que nos tumbemos en la arena para torrarnos al sol en lugar de refugiarnos en la sombra y refrescarnos?

Desconozco como hemos llegado a este desorden como especie, como podemos encontrar comportamientos semejantes en lugares tan distantes y comportamientos tan contrarios o diferentes en individuos tan cercanos.

Como pasamos de actuar por nuestros instintos, por nuestros sentimientos y nuestras pasiones, para pasar a actuar por la tendencia, por la moda, por el grupo, es la clave para resolver el gran enigma de la conducta humana. En que momento dejamos de ser nosotros mismos, dejamos de pensar y actuamos por lo que en música se conoce por simpatía. Ese es el enigma, resolverlo y todo irá mejor.


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