domingo, 21 de agosto de 2016

Hoy os quiero contar jugando a escaquearse

Quiero dedicar este post a aquellas personas que presentan una habilidad innata que les permite afrontar la vida con mucho menos esfuerzo. Esta habilidad o competencia no la vi recogida en ningún diccionario de competencias ni en ningún recopilatorio de habilidades técnicas, y sin embargo la observo día a día, por todos lados.
Me refiero a esa habilidad que tienen algunos para no estar presentes en el sobre esfuerzo, en la excepcionalidad, en el dar más de lo que toca, a esos que de niños siempre desaparecen justo cuando toca retirar los platos de la mesa, que se esfuman a la hora de sacar la basura, que en los entrenamientos siempre dan una vuelta de menos, que no cargan con las porterías, que jamás son voluntarios. a esos adolescentes que nunca cambiaron un pañal a sus abuelos, que son silenciosos, capaces de pasar desapercibidos, un día y otro. Esos trabajadores excelentes, simpáticos y agradables que cuando suena el teléfono miran concentrados su tarea y de reojo al compañero que habitualmente maneja diferentes instrumentos de la orquesta o ese empleado que siempre está atareado cuando se busca alguien para un recado.

Jamás me encontré a nadie que me manifestara que es un especialista en escaquearse, en hacer ver que está con el grupo, pero que en realidad descansa sobre el esfuerzo del resto, que es un auténtico ahorrador de energía, y sin embargo encuentro desafortunadamente este tipo de comportamientos continuamente.

Este tipo de individuos sobrevive perfectamente en nuestro mundo frenético, quizás por falta de análisis, o tal vez porque ésta no deja de ser en realidad una ventaja competitiva, una competencia que aún chocando de frente con muchos de los valores más requeridos, y no siendo reconocida como una virtud, facilita la supervivencia.
En el fondo el escaqueo no es más que una derivación del engaño, otra de las capacidades que se mantienen en auge en la conducta humana y que claro ésta no se admite por propio principio definitorio.
Sin embargo, así como el engaño, la trampa, la mentira para vencer está claramente vinculada al logro y es la compensación de falta de capacidades para llegar al mismo, el escaqueo se descuelga claramente de estos objetivos.
¿Es entonces, vagancia, maldad, falta de interés, desmotivación o por el contrario la estrategia del cocodrilo?
Sea lo que sea, es conducta humana, y por tanto debe valorarse.

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